domingo, 28 de agosto de 2016

Juan Gabriel el #DivoDeJuarez ha fallecido a los 66 años - Leyenda Eterna

Juan Gabriel el #DivoDeJuarez ha fallecido a los 66 años - Leyenda Eterna


Sus temas lo convirtieron en el “Amor eterno” de muchos y su versatilidad para cantar por igual al amor, al dolor y a la felicidad lo transformó en el ídolo de la canción popular mexicana.

Su “Querida” estuvo todo un año en el primer puesto de las listas de popularidad en México. Hacía llorar a la gente con “Hasta que te conocí” pero también olvidar sus penas al ritmo de “El Noa Noa”. Era, indudablemente, el alma de la fiesta.


Juan Gabriel, el gran intérprete y compositor mexicano, se ha ido tras una vida en la que, “con dinero y sin dinero”, hizo lo que realmente quiso.

Murió el domingo en su residencia en California, confirmó su oficina de prensa sin dar detalles. Tenía 66 años.

En más de cuatro décadas de trayectoria, comparable quizá solo con José Alfredo Jiménez, compuso más de 1.500 canciones interpretadas por artistas como Marc Anthony, Raúl Di Blasio, Ana Gabriel, Angélica María y Lucía Méndez.

Produjo para más de 50 artistas que incluyen a Paul Anka, Lola Beltrán y Lucha Villa y lanzó más de 30 discos. Autor e intérprete de canciones, logró la inmortalidad con cada tema, pues componía con el corazón.

“No hay ninguna regla en mi manera de componer. A veces cuando estoy alegre escribo algo muy triste, y viceversa. En fin, es algo que ni yo mismo sé, pues compongo de una manera que para mí es la más natural del mundo. Gano más como compositor y productor que como intérprete”, dijo Juan Gabriel alguna vez, según su biografía en la Sociedad de Autores y Compositores de México.

La sociedad también señala que es el artista que más ingresos por concepto de regalías ha generado para la organización, donde su catálogo suma casi 600 canciones.

Mientras Lupita D’Alessio y José José ayudaron a encumbrar su carrera interpretando “Juro que nunca volveré” y “Ya lo pasado pasado”, respectivamente, Rocío Durcal lo catapultó a la historia cantando sus rancheras.


Ella era su musa y él su inspiración. Juntos alcanzaron el éxito con “Amor del alma”, “Se me olvidó otra vez”, “Fue tan poco tu cariño” y, por supuesto, “Amor eterno”. Su serie de discos “Rocío Durcal canta a Juan Gabriel” llegó hasta los seis volúmenes, aunque también colaboraron en otras producciones, sumando 10 en conjunto. La dupla se deshizo por diferencias personales y no logró reconciliarse antes de la muerte de la cantante española por un cáncer en 2006.

“Fuimos, somos y seremos la mancuerna musical perfecta. Cuando deseen saber de nosotros y de nuestro amor eterno, ahí están las canciones, los duetos y las fotos”, dijo Juan Gabriel tras el deceso de la intérprete.

De origen humilde, Juan Gabriel, cuyo verdadero nombre era Alberto Aguilera Valadez, nació en Parácuaro, Michoacán, el 7 de enero de 1950. El menor de 10 hermanos, era hijo del arriero Gabriel Aguilera Rodríguez y la campesina Victoria Valadez Rojas.

Cuando aún era un bebé, su padre provocó un incendio que afectó algunas propiedades privadas y le produjo un impacto que lo llevó a ser internado en un hospital psiquiátrico en la Ciudad de México. No se supo más de él. Con los años Juan Gabriel le dedicó su canción “De sol a sol”.


Su madre, que tuvo que trabajar por años como sirvienta, se mudó tras esto con sus hijos a Ciudad Juárez, de donde le viene el mote de El Divo de Juárez. El cantante pasó la mayor parte de su infancia apartado de su madre, pues ante la falta de dinero se vio obligada a ingresarlo en un internado. El fallecimiento de su madre en 1974 inspiró “Amor eterno”, que hasta la fecha se escucha como un himno de dolor y es recurrente en algunos funerales.

“Hoy día y aunque haya carecido de mi madre y de su cariño, tengo el de millones. Su amor está derramado por todas las madres de México, aunque ellas no lo sepan”, dijo el músico al diario La Jornada.

Estudió solo hasta el quinto año de primaria, pues se escapó del internado. Pero allí había conocido al señor Juan Contreras, quien fue una especie de mentor y le enseñó música. De él provino parte de su nombre artístico, Juan, que combinó con el de Gabriel, su padre.

En 1965 debutó en el programa “Noches rancheras” bajo el nombre de Adán Luna, interpretando “María la bandida”. Luego cantó en el cabaret “Noa Noa”, de donde se inspiró para hacer la que fue quizá su canción más característica, “El Noa Noa”.

Al probar su suerte en la capital no tuvo otra opción que dormir en sitios como la estación de ferrocarriles o la Alameda y la Villa de Guadalupe de la Ciudad de México. En ese periodo fue acusado de robo y fue encarcelado en la sombría prisión de Lecumberri, lo cual quedó plasmado en la película de 1982 “Es mi vida”, escrita y dirigida por Gonzalo Martínez Ortega y en la que Juan Gabriel actuó como él mismo.

“Aunque era bueno para hacer canciones, era muy inocente para otras (cosas), y al caer en la cárcel no supe cómo defenderme”, dijo al diario La Jornada.

Sus temas hicieron que conociera al director de la prisión y a la esposa de éste, quien descubrió que no había pruebas suficientes en su contra y ayudó a que lo liberaran. Pero las malas experiencias parecían no tener cabida en el prolífico universo de Juan Gabriel, el astro que con su voz y entrega en el escenario alegraba a aquellos que pensaban “No me vuelvo a enamorar”.



En el 2014 trascendió a la pantalla una vez con el estreno de la cinta “¿Qué le dijiste a Dios?”, el primer musical basado en sus grandes éxitos y en el que realizó una participación especial.

“Es sólo un cariñito y me dejo querer”, dijo sobre el filme de Teresa Suárez, que abordaba las diferencias de clase a través de las sirvientas.

Hasta el último momento Juan Gabriel entregaba el alma en cada una de sus presentaciones, fuera en los palenques populares de las ferias mexicanas o los más prestigiados escenarios internacionales.

El Divo de Juárez se alejaba de los convencionalismos de un simple concierto. En su lugar, se alzaba como el “showman” capaz de rebasar hasta tres horas continuas de espectáculo en los que cantaba baladas, rancheras y hasta música de mariachi, todo ello acompañado de atuendos estrafalarios que llegaron a incluir turbantes en tonos metálicos, entallados chalecos y su propia versión del traje de mariachi: elaborado en vinil de tono rosa con botas del mismo color.

También destacaba su manera efusiva de bailar, que le llegó a ocasionar un accidente.

Durante una presentación en Houston, dio un paso en falso que le hizo perder el equilibrio y cayó del escenario de casi dos metros de altura. El suceso, que le ocasionó una fractura en la muñeca, fue ampliamente difundido por cadenas de televisión y redes sociales y hasta la fecha es una referencia de programas cómicos y de espectáculos que recopilan las caídas más famosas de las celebridades.

En la última década Juan Gabriel tuvo problemas con el fisco por deudas millonarias en México y Estados Unidos y también se le relacionó con el Cartel de Cali cuando Fernando Rodríguez, hijo del narco colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela, señaló en su libro “El hijo del ajedrecista” que el Divo de Juárez había amenizado una fiesta para sus jefes.

En 2010 fue acusado de abuso sexual por el hijo de un músico que colaboró con él en Estados Unidos. Juan Carlos García, la presunta víctima, alegaba que había sido abusado en la década de 1980, cuando tenía 15 años. La demanda presentada en un tribunal de Los Ángeles no prosperó cuando García fue deportado tras ser arrestado por un cargo de drogas.

Ninguno de esos encuentros pudo eclipsar su andar.

“Tengo ya 64 años, ya como esté pues está bien”, dijo durante el estreno de “¿Qué le dijiste a Dios?”. “Aunque tengo 64 años me supero en lo que pueda todos los días y siempre estoy haciendo cosas para México, para la música, para estar más unidos, para bailar. Para que cuando me vaya me quede”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario